top of page

BACONIANA

 

   David Sardaña trata de tender puentes estéticos y conceptuales entre la obra de Francis Bacon y la fotografía. Se Introduce en el universo del amor y la violencia, y por derivación en el amor violento, como opción voluntaria, como una forma más de crecer, como esclavitud positiva, como sufrimiento placentero y trágico, irrevocable, casi ritual, casi mágico. 

 

   Esta es una historia de amor, de dualidades, de contradicciones y violencia. Al fin y al cabo, una historia de todo aquello que nos hace más humanos dentro de nuestro instinto primitivo. Bienvenidos a Baconiana.

 

   Ya Parménides (allá por el siglo V a.C.) lo reflejaba en su Mito Ontológico cuando hablaba del ser humano y su aspiración a ser algo real, para él si el Ser se desmoronaba también lo hacía la Realidad y por supuesto la Razón. Pero en ocasiones esto ocurre, nos desmoronamos y desaparecemos (puede que sólo por un instante) para luego resurgir; trastornados, rediseñados y removidos por lo vivido.


   La dualidad, la conmoción del Ser o como Nietzsche la llamó “ese gélido paroxismo de la abstracción” se palpan en Baconiana. Lo primitivo del dualismo de Parménides que llevamos dentro: el Ser- No Ser / Luz – Oscuridad / Frío – Calor/ Ligero- Pesado/ Activo- Pasivo, se nos muestran en estas obras.


   Todo ello no viene sino a hacernos despertar, escuchando una llamada desde la letanía que no nos deja desvanecernos en la negrura y que, con sus movimientos nos dice al oído: Sé.
 

©david sardaña/2018/​

bottom of page